Ciudad de México, 7 ene (Prensa Latina) Aeroméxico se unió a las aerolíneas que paralizaron los vuelos de sus aviones tras el accidente del viernes en Portland, Oregón, de una nave de Alaska Airlines, confirmó hoy la empresa.
De esa manera, la línea aérea mexicana cumple con lo indicado por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos de mantener en tierra sus aviones B737 MAX-9 hasta que pasen por el debido proceso de revisión.
El aparato de Alaska Airlines sufrió un evento de despresurización durante un vuelo que salía del aeropuerto de Portland, en Oregón, con destino a Ontario, California, y cuyo incidente obligó a la tripulación a regresar al aeropuerto de origen, aterrizando sin consecuencias.
La empresa reveló que tiene 19 aviones Boeing 737 MAX 9, de una flota total de 153 aeronaves. «La inspección de nuestra flota MAX-9 concluirá a la mayor brevedad para continuar con las operaciones programadas y seguiremos trabajando coordinados con Boeing, así como con las autoridades competentes», indicó Aeroméxico en un comunicado.
«Mantendremos informados a nuestros clientes en caso de cualquier actualización. Para Aeroméxico la principal prioridad es la seguridad de clientes y colaboradores», agregó.
Los reguladores estadunidenses ordenaron la inmovilización temporal de 171 aviones Boeing 737 MAX 9 para controles de seguridad, luego de una explosión en un panel de cabina el viernes por la noche que obligó a un avión nuevo operado por Alaska Airlines a realizar un aterrizaje de emergencia.
Un trozo de fuselaje arrancó el lado izquierdo del avión mientras ascendía desde Portland, Oregón, en ruta a Ontario, California, lo que obligó a los pilotos a dar media vuelta y aterrizar de forma segura con 171 pasajeros y seis tripulantes a bordo. El avión había estado en servicio sólo ocho semanas.
El administrador de la FAA, Mike Whitaker, dijo que la agencia está exigiendo inspecciones inmediatas de ciertos aviones antes de que puedan volver a volar.
La decisión de la Administración Federal de Aviación está muy por debajo de una prohibición de seguridad total e indefinida comparable a la inmovilización de todos los aviones de la familia MAX hace casi cinco años, pero asesta un nuevo golpe a Boeing mientras intenta recuperarse de crisis consecutivas de seguridad y la pandemia bajo enormes deudas.
El modelo más vendido de Boeing estuvo parado durante casi dos años luego de accidentes en 2018 y 2019. El último percance también se produce cuando Boeing y un importante proveedor están lidiando con una sucesión de problemas de producción o calidad.
No hubo indicios inmediatos de la causa de la aparente falla estructural, ni informes de heridos.
Alaska Airlines ya había dejado sus MAX 737 en tierra para controles de seguridad.